Lo que más me cuesta de la dieta sin lácteos que estoy haciendo por la alergia de Jazmín es el tema del picoteo entre horas, cuando te agarran esas ganas de comer algo a media mañana o mientras haces la cena. Antes lo solucionaba con una galletita con queso, ahora no puedo (ni galletitas ni queso), por eso me encantan los chips de vegetales, son fáciles de hacer, aunque hay que agarrarle la mano al horno para que no se quemen.
Los más sencillos de hacer son los de Kale, una verdura de hoja verde carnosa, que se usa mucho para los green smoothies, y que es gran fuente de calcio, vitaminas A, C y K, hierro y ayuda a reducir el colesterol, entre otros muchos beneficios. Yo lo consigo en Tallo Verde, la verdulería orgánica.
Como se hacen los chips de Kale? Acá los tres pasos
- Precalentar el horno 180º
- Romper las hojas dejando de lado el tallo. Lavar y secar bien, ideal si tienen un escurridor de hojas verdes.
- Cortarlas en pedazos tratando de que queden todos del mismo tamaño, rociarles aceite de oliva y revolver con las manos, luego ponerlas en una placa para horno (si es antihaderente mejor) y cocinar por 10’. Acá hay que prestar atención porque depende de cada horno, la idea es que no se pasen porque se queman (y quedan horribles), es muy poco tiempo de cocción ya que la hoja es fina.
Cuando están listos quedan bien crocantes, se les puede agregar un poco de sal marina o sal rosa del Himalaya, y listo!
Si los van a guardar, que sea en un frasco hermético, y no por muchos días